El desafío de expandir el sistema de transmisión eléctrica en Chile

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Actualmente el sistema de transmisión necesita, por un lado, ampliar su capacidad para darle mayor seguridad y estabilidad al servicio y, por otro lado, mayor infraestructura para inyectar energía limpia, esto apuntado a lograr una matriz carbono neutral.

Con la mirada puesta en el futuro, el proceso de transición energética representa una serie de desafíos y complejidades cuando se trata de infraestructura de generación, almacenamiento, transmisión y distribución.

Hoy, los proyectos en desarrollo deben cumplir con normativas y expectativas de aceptación social y respaldo institucional. Según datos de la Comisión Nacional de Energía, la capacidad instalada de los proyectos de generación con Energías Renovables No Convencionales (ERNC) aprobados ambientalmente ya alcanzaba los 56.860 MW hacia marzo.

De esta cifra, 37.840 MW provienen de tecnología solar fotovoltaica, mientras que 15.407 MW corresponden a parques eólicos, según detalla el Reporte Sectorial. Esto, deja en claro que la necesidad de infraestructura y su rápido avance va en línea con los intereses del país en la materia, a medida que se avanza en fortalecer la legislación.

Paola Basaure Barros, vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Transelec, aporta que “para que las fuentes de energía limpia funcionen de manera eficaz, es indispensable disponer de una infraestructura de transmisión sólida y en línea con ese desafío”. Y es que Transelec, en sus más de 80 años operando en el sector energía, sabe de la importancia de impulsar este tipo de proyectos para avanzar hacia un futuro más limpio.

“Sin infraestructura de transmisión o sin planes de desarrollo o inversión, la incorporación de energías renovables a gran escala no sería posible”, agrega Basaure. En ese sentido, lo que genera el viento y el sol, recursos que abundan en nuestro país, puede desperdiciarse si es que no cuentan con el trabajo a la par de almacenamiento y mayor infraestructura de transmisión.

¿Cómo ayuda la transmisión al proceso de descarbonización?

Básicamente, más obras de transmisión sirven como base para que más proyectos de energía renovable no convencional (ERNC) puedan operar con estabilidad y proliferar en la privilegiada geografía del país.

En línea con los objetivos sostenibles mundiales, el principal propósito de la descarbonización es disminuir las emisiones de carbono, promoviendo el uso y generación de energías limpias e innovadoras.

“Por ejemplo, el Acuerdo de París establece como criterio objetivo un proceso de descarbonización cuya meta es el 2050”, explica Paola Basaure.

¿Cómo contribuyen estos proyectos? Esta infraestructura considera la alianza con parques de energía solar y eólica, iniciativas de almacenamiento y la construcción de subestaciones y líneas de transmisión que aseguran el suministro de manera estable y una adecuada inyección de estas energías desde su fuente de origen.

Basaure señala que «para implementar estos proyectos, se analizan y emplean técnicas de construcción innovadoras que contribuyen a reducir el impacto ambiental y mejorar junto a las comunidades los entornos naturales».

Desafíos e iniciativas según Transelec

Consciente de los desafíos que significan todos los procesos hacia la transición energética, Transelec ha tomado un rol clave desde su posición de liderazgo en el rubro. Paola Basaure comenta que, junto con una apertura en sus líneas de negocio, la empresa se ha propuesto avanzar en proyectos que justamente van en la línea del fortalecimiento del almacenamiento y la transmisión.

Reunidos en el conversatorio “Obras de interés nacional: Por una nueva institucionalidad ambiental 2.0 para acelerar el desarrollo de Chile”, diferentes expertos convocados por Transelec analizaron los avances a las reformas del marco legal, precisamente a la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente.

La cita, abordó cómo se busca hacer más eficiente la entrega de autorizaciones necesarias para iniciar un proyecto de inversión. En ese sentido, la necesidad de priorizar proyectos de infraestructura estratégica, como nuevas líneas de transmisión eléctrica, está estrechamente relacionada con una reforma profunda a la institucionalidad.

Mientras que el gobierno avanza en dos proyectos de ley que buscan agilizar el proceso de permisos para proyectos de inversión, desde Transelec se ponen a disposición para contribuir en estas iniciativas, argumentando mayor coherencia y más compromiso con el medio ambiente.

Durante el conversatorio, expertos y ejecutivos coincidieron en la necesidad de una relación más estrecha y coordinada entre el sector público y privado en materia de proyectos estratégicos, con un especial énfasis en la coordinación.

Paola Basaure destaca que este tipo de iniciativas deben contar con una regulación diferenciada, “esto porque es infraestructura de servicios, en muchos casos crítica, que requiere agilidad y condiciones especiales debido a su complejidad”.

Hoy en día el compromiso es transversal, permitiendo a las empresas y a la sociedad avanzar hacia una nueva visión energética.

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