¿Qué es la serotonina y cómo podemos aumentar sus niveles?

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Probablemente hayas oído hablar de la serotonina, la molécula conocida como la «hormona de la felicidad». Se cree que desempeña un papel importante en el estado de ánimo, el sueño, el aprendizaje, la memoria, la digestión, etc. De hecho, los científicos creen que influye en casi todos los sistemas del organismo. Así que no es de extrañar que haya una gran cantidad de suplementos en el mercado que afirman aumentar los niveles de serotonina.

Pero a pesar de sus supuestas muchas funciones, el papel de la serotonina en el cuerpo todavía no se entiende bien, y su importancia en factores como el estado de ánimo está lejos de ser una ciencia establecida. A continuación, te explicamos qué es la serotonina exactamente y si su aumento te hará realmente más sano o más feliz.

¿Qué es la serotonina y cómo se produce?

La serotonina es un neurotransmisor, una sustancia química del sistema nervioso central que las neuronas utilizan para comunicarse entre sí. Fuera del cerebro y la médula espinal, puede actuar como hormona, transportando mensajes entre células no neuronales, afirma Jesse Bracamonte, médico de medicina familiar de la Clínica Mayo de Arizona (Estados Unidos). Los estudios sugieren que «puede influir en el estado de ánimo, la capacidad de aprendizaje, la libido e incluso la cicatrización de heridas», afirma Bracamonte.

La serotonina se produce principalmente en el cerebro y el intestino. En el tronco encefálico, un grupo de neuronas llamado núcleo del rafe capta el aminoácido esencial triptófano, que luego se convierte en serotonina. Las neuronas del núcleo del rafe envían axones en forma de zarcillo por todo el sistema nervioso, explica Bryan Roth, profesor de farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (EE. UU.).

Aunque la serotonina recibe mucha atención por su papel en el cerebro, su función fuera de él podría ser igual de importante. Sólo una pequeña parte de la serotonina del cuerpo se produce en el tronco encefálico, mientras que la mayor parte (alrededor del 95 por ciento) la producen unas células especializadas que recubren el intestino llamadas células enterocromafines. Las células cutáneas, pulmonares y gustativas también producen pequeñas cantidades de serotonina.

Aunque sólo una pequeña proporción de las neuronas del cuerpo producen serotonina, las neuronas de todo el cerebro tienen receptores de serotonina, lo que significa que probablemente pueden reconocer y responder a la liberación de serotonina.

«Hay tantos tipos diferentes de receptores que se encuentran en tantos tipos diferentes de neuronas. Esto explica, en gran medida, los innumerables efectos de la serotonina», afirma Roth. Por ejemplo, algunos receptores de serotonina ponen en marcha la actividad neuronal, mientras que otros la calman.

¿Qué tiene que ver la serotonina con el estado de ánimo?

Los investigadores llevan mucho tiempo pensando que la serotonina desempeña un papel en la regulación del estado de ánimo, porque los fármacos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son muy utilizados y eficaces en el tratamiento de la depresión. Estos fármacos impiden que las neuronas reabsorban y descompongan la serotonina, aumentando teóricamente la cantidad disponible en el cerebro.

Pero el papel de la serotonina en el cerebro es controvertido. Si se pregunta a un investigador de la serotonina específicamente cómo regula la serotonina alguna función concreta (desde el estado de ánimo hasta la memoria) la respuesta probablemente será «no lo sé».

Hay pruebas de que las neuronas de las áreas cerebrales implicadas en el estado de ánimo y la cognición tienen receptores de serotonina, y algunos estudios demuestran que la serotonina influye en el aprendizaje. Roth sostiene que es probable que intervenga en casi todos los circuitos neuronales. Otros científicos afirman que es más que probable que la serotonina desempeñe algún papel en la regulación del estado de ánimo.

Sin embargo, Joanna Moncrieff, catedrática de psiquiatría crítica y social del University College de Londres (Reino Unido), cuestiona el papel de la serotonina en el estado de ánimo y otras funciones cognitivas. «Realmente no tenemos pruebas fehacientes de que tenga algo que ver con la depresión. Hay algunas pruebas de que podría estar implicada en la inhibición de la función sexual, pero eso es todo», afirma.

Entonces, ¿por qué funcionan los ISRS si la serotonina no afecta al estado de ánimo? Roth explica que los ISRS sólo aumentan temporalmente los niveles de serotonina en el cerebro y, en última instancia, los científicos no saben cómo funcionan estos fármacos, sólo que lo hacen en algunas personas, por lo que es necesario seguir investigando.

¿En qué se diferencia la serotonina de la dopamina?

La serotonina se compara a menudo con la dopamina, otro neurotransmisor que probablemente desempeña muchas funciones diferentes en el organismo. Pero los científicos están más seguros de lo que hace la dopamina en el sistema nervioso central.

Los estudios han demostrado que la dopamina está implicada en la adicción y el aprendizaje, y hay pruebas sólidas de que participa en los circuitos cerebrales que predicen la cantidad de recompensa que se recibirá. También se cree que la dopamina interviene en el movimiento y en la planificación dirigida a objetivos, pero su papel en estos aspectos está menos claro.

¿Qué hace la serotonina en el intestino?

A lo largo de los años, también se ha demostrado que la serotonina interviene en el movimiento, la secreción y la absorción de nutrientes del intestino. «La serotonina hace muchas cosas en el intestino, pero su función principal es regular la contracción y la motilidad intestinal», afirma Damien Keating, subdirector del Instituto Flinders de Salud e Investigación Médica de Australia.

Los estudios sugieren que la serotonina interviene en el metabolismo, y principalmente a través del control del azúcar en sangre y el almacenamiento de grasas, afirma Keating. Los estudios también han relacionado la serotonina con enfermedades del intestino, como el SII y la COVID larga.

Entonces, ¿es buena idea tomar suplementos de serotonina?

A pesar de lo poco que sabemos sobre la serotonina, muchos suplementos afirman que elevan el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina. Algunos de estos suplementos contienen las moléculas 5-HT y triptófano, dos moléculas que se convierten en serotonina en el organismo. Pero sólo hay pruebas limitadas de que funcionen, dice Bracamonte. 

El triptófano, por ejemplo, se encuentra en alimentos como muchos productos animales, frutos secos y legumbres, y la mayoría de la gente lo ingiere en abundancia en su dieta. Los expertos afirman que tomar grandes cantidades de triptófano en forma de pastillas no tiene por qué afectar mucho a los niveles de serotonina en el cerebro. Algunos estudios han relacionado los niveles bajos de triptófano con un empeoramiento del estado de ánimo, pero sólo en personas que ya padecen depresión, y no en personas sanas. Además, para llegar al cerebro, el triptófano tiene que atravesar la barrera hematoencefálica, y sólo puede hacerlo poco a poco, dice Roth.

Y lo que es peor, tomar estos suplementos entraña riesgos potenciales. La serotonina no se absorbe bien en el intestino y puede permanecer en él, causando contracciones intestinales que pueden provocar náuseas o problemas gastrointestinales.

Otro suplemento popular es la hierba de San Juan, una planta medicinal que, según algunos científicos, podría tener una función similar a la de los ISRS y podría ser buena para los pacientes que no los toleran. Pero no se han realizado suficientes estudios de alta calidad para asegurar su eficacia, dice Bracamonte, y advierte que la hierba de San Juan también puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es mejor consultar al médico antes de usarla.

También hay formas naturales de desencadenar la liberación de serotonina, explica Bracamonte. Hacer ejercicio, comer sano, tomar el sol y dormir lo suficiente. «Hacer todo eso ayuda al estado de ánimo y a que el cuerpo funcione mejor», dice.

Si te preocupa tu estado de ánimo, en última instancia Roth dice que lo mejor que puedes hacer es tomar la ruta tradicional: «Si te sientes deprimido o ansioso, habla con tu médico de cabecera».

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