¿Por qué la gente culpa erróneamente a las antenas de 5G en medio de la emergencia sanitaria?

Tecnología 5g

La grave amenaza que significa el coronavirus nos tiene a todos preocupados. Parece comprensible, teniendo en cuenta la gran cantidad de contagiados y víctimas fatales que ha dejado esta pandemia. El periodo de confinamiento tampoco ha ayudado mucho, de hecho, ha disparado los índices de angustia y estrés en medio de la población.

Esta situación crítica ha fomentado la aparición de las más locas teorías que intentan explicar el origen del coronavirus. Quizás la que ha ganado mayor notoriedad es la que vincula la expansión de este virus con el despliegue de las redes de telecomunicaciones de quinta generación, conocidas también como 5G.

Todo se habría originado, supuestamente, luego de una conferencia ofrecida en Estados Unidos por el autor Thomas Cowan, donde argumenta que los virus son “una manifestación de una célula intoxicada”, además de relacionar el COVID-19 con Wuhan por ser esta ciudad un lugar pionera en la implementación de la tecnología 5G.

La ignorancia también se contagia

El problema se originó cuando las declaraciones de Cowan fueron ampliamente difundidas, incluso por distintas personalidades del mundo del deporte, la música y el cine, como los actores Woody Harrelson y John Cusack, quienes también relacionaron el coronavirus con el 5G en sus redes sociales, aunque después borraron los mensajes.

Pero esta teoría no sólo se ha quedado en polémicos mensajes de Twitter, también ha motivado reacciones más violentas. En Inglaterra, por ejemplo, más de veinte antenas de 5G han sido incendiadas por desconocidos. También se han conocido casos similares en Irlanda, Chipre y los Países Bajos, donde la policía ya ha registrado once intentos de sabotaje, uno de ellos acompañado por el grafiti: “Fuck 5G”.

A raíz de lo anterior, el gobierno británico ha debido reaccionar, señalando que los ataques se deben “aparentemente a esta loca teoría del complot que circula en internet”, catalogándola además de “completamente absurda”.

Rechazo colectivo

De todas formas, esta teoría ha sumado un amplio rechazo desde diversos sectores, lo cual ha hecho que la singular explicación pierda fuerza durante los últimos días. “La propia Organización Mundial de la Salud no ha encontrado efectos adversos en el 5G, por lo tanto, físicamente queda descartada una posible relación entre las ondas de las redes de telecomunicaciones y el COVID-19”, explica el consultor empresarial Diego Ayau.

Quienes se oponen a la teoría también ponen como ejemplo a Corea del Sur, uno de los países que mejor ha controlado la emergencia del COVID-19 y, precisamente, una de las naciones que cuenta con un mayor desarrollo del 5G.

Al mismo tiempo, un selecto grupo de científicos de todo el mundo publicó en la revista Lancet un comunicado donde se condenaba cualquier teoría conspirativa que afirmara que el coronavirus no tenía un origen natural. “Las teorías de la conspiración no hacen otra cosa que crear miedo, rumores y prejuicios que dificultan la colaboración global en la lucha contra este virus”, señala la declaración.

En tanto, YouTube ha anunciado que eliminará de su catálogo cualquier tipo de contenido que vincule las redes 5G con el coronavirus.

Lo más repudiable de todo esto es que muchos se aprovechen para contagiar un mensaje de ignorancia en un momento marcado por la angustia e incertidumbre que vive el planeta.

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