Estos son los consejos más sencillos en caso de quedarse en panne

panna vehicular

Un imprevisto mecánico le puede ocurrir a cualquiera y en cualquier minuto. Si bien son situaciones inesperadas y que pueden desconcertar al conductor, es necesario tener calma y conocer las coberturas del seguro de autos que tiene contratado.

En algún momento de la vida, todo conductor ha sufrido algún desperfecto mecánico con su vehículo. Ya sean problemas de batería, luces quemadas, o el pinchazo de un neumático suelen ocurrir en los momentos más inesperados.

Es todavía más complicado cuando el conductor(a) no tiene ninguna preparación para enfrentar el incidente, aunque parezca muy simple. De acuerdo a estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), tres de cada 10 chilenos tienen conocimientos básicos de mecánica.

Según los expertos, la mayoría de los automovilistas no tiene conciencia de la responsabilidad de tener un vehículo. Ello se ratifica en que es poco común que una persona realice mantenciones preventivas y periódicas a su auto.

Por ello, la principal recomendación para evitar desperfectos en la marcha es seguir las pautas de mantención entregadas por el fabricante. De este modo, la probabilidad de que el vehículo falle son menores.

Sin embargo, también es aconsejable aprender ciertos trucos básicos para afrontar un imprevisto mecánico.

Uno de los problemas más frecuentes son los pinchazos de los neumáticos. Para cambiar la rueda averiada primero es importante salir de la ruta y orillarse, además de prender las luces de emergencia y usar chaleco reflectante. Luego, buscar una superficie plana, soltar los pernos, levantar la rueda y cambiar el neumático. Una vez terminado, es fundamental apretar los pernos otra vez.

Otro problema común es quedarse sin batería. Por distintos motivos, ya sea que se quedaron las luces prendidas o se ocupó por más tiempo la radio, la energía del vehículo puede descargarse, y se puede necesitar un pasa corriente.

¿Cómo se hace? Según los expertos, solo hay una manera: la ayuda de otro vehículo. En primer lugar, hay que cerciorarse que las baterías de ambos automóviles (el descargado y de “rescate”) cuenten con el mismo voltaje.

Además, se debe contar con dos cables, uno rojo y uno negro, que permitan compartir la energía entre ambos vehículos. Una vez hecha la conexión, el motor descargado debería funcionar.

También es una falla frecuente que el vehículo se sobrecaliente. En ese caso, la primera obligación del conductor es detenerse y confirmar si existe alguna fuga. Más tarde, cuando la temperatura del motor haya bajado, recién se puede abrir la tapa para revisar los niveles. Luego de esa revisión, es fundamental llevar el vehículo a un taller mecánico.

Aunque cualquiera de estos desperfectos puede parecer de fácil solución, el desconocimiento técnico de quien la ejecuta puede generar que el problema sea aún mayor. Si la falla se va de las manos y, por ejemplo, el conductor queda detenido en el trayecto, indudablemente necesitará asistencia mecánica o servicio de grúa.

Para contar con este servicio de forma rápida y segura, es recomendable contar con un seguro automotriz, que cuente con dichas coberturas.

“Un imprevisto mecánico le puede ocurrir a cualquiera y en cualquier minuto. Si bien son situaciones inesperadas y que pueden desconcertar al conductor, es necesario tener calma y conocer las coberturas del seguro de autos que tiene contratado”, explicó Juan José Santa Cruz, gerente general de EstoySeguro.cl, una plataforma web donde además se puede cotizar la oferta de ocho importantes aseguradoras del país.

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