Estos emprendedores realizan de productos de cualquier tipo. Son fundadores de una empresa que vende gafas de sol, ópticas y de presbicia desde el año 2014.
La empresa lleva el nombre de “Parafina” y según los innovadores, adaptaron este término porque les gusta el surf, el respeto por el mar y su estilo de vida (partiendo de que la parafina se utiliza en las tablas para evitar que los pies se resbalen).
La intención de los creadores es vender un producto que intente adaptarse a los estándares del ecodiseño y convertirse en Empresa B (B Corporation), una certificación medioambiental expedida por una firma estadounidense. Lo que quieren es que, además del producto, se les audite la forma de trabajar y sus oficinas.
¿Cómo nace Parafina?
El proyecto de Parafina surgió en un viaje a Paraguay, donde los socios quisieron contribuir a la escolarización de los niños, ambos trabajaban en el sector financiero y querían emprender.
Es así que se decidieron por vender gafas, camisetas y otros accesorios para recaudar dinero para su intención en Paraguay. Así fue como comenzó todo.
Al principio no era una empresa que hacía gafas con materiales reciclados, el plástico PET, la madera y los neumáticos llegaron mucho después, cuando quisieron formalizar el tema y empezar a distribuir sus productos de manera profesional.
Fue en ese momento en que empezaron a fabricar ellos mismos y a abrir puntos venta.
Lo más interesante de su iniciativa es que, a pesar de ser una empresa con ánimos de lucro, su línea pretende ser social y económica, por lo que el 10 % de las ventas se destina a proyectos sociales.
Partieron con $40.000 euros de financiación propia y hasta el momento no han captado más capital.
¿Cuáles son sus valores?
Además, basan sus ideales en la calidad más que en la masificación del producto y la constante venta por ser catalogado como económico y accesible, lo que en muchos casos genera ventas por impulso.
“No nos interesa que el producto se rompa, algo que sólo ocurre en un 0,5 % de los casos, cuando la media es de 7 % en marcas premium, ni que los clientes se tengan que volver a comprar otras, queremos vender gafas que se recomienden por ser un producto duradero», explicó Luján.
Y agregó: «Creemos en que se pueden hacer productos que duren, cuyo impacto a la hora de confeccionarlos sea mínimo, con materiales reciclados”.
En este sentido, compiten con las grandes marcas de gafas, en los mismos lineales y puntos de venta con precios similares.
Las características del producto son bastante buenas, en especificaciones generales estas gafas son hipoalergénicas, flotan y son flexibles, además, aseguran que están diseñadas para no romperse y ser de larga duración.
A su vez, tienen de 17 patentes entre las que destacan modelos en aluminio reciclado, goma corcho, tela y ecosilicona.
Todo esto, además de ser un punto a favor del reciclaje, también les da cierta originalidad a sus productos por lo que su marca se diferencia del resto de manera considerable.
