La fotografía hoy en día es parte de la vida de casi todo el mundo. Sea de una u otra manera, más profesional o algo informal, es que todos estamos fotografiando. Las redes sociales dieron pie para que esto sucediera, e incluso así muchos han descubierto en sí una nueva pasión.
Si tú perteneces a este último grupo, y no puedes alejarte de las páginas donde se comparten capturas y momentos retratados, seguro querrás siempre estar mejorando.
Acá te dejamos cuatro simples y prácticos consejos que ayudarán a que mejores tus fotografías. Y en este fin de año y época de fiestas, puedes probarlos y lucirte ante todos.
Identifica el momento perfecto para fotografiar
En general, una buena imagen siempre se destacará por lo que refleja. El momento en que se tomó es importante, con el contexto. Más allá de las poses o de que tengas a un/a modelo profesional frente a ti, la espontaneidad y significancia que se graben en una fotografía son mucho más valiosos.
Por ejemplo, nos encontramos cercanos a la Navidad y Año Nuevo, fechas que más allá de lo que creamos, son importantes en nuestra sociedad. Buscamos rodearnos de la familia y de nuestros seres queridos, pero a veces, la distancia es más grande. ¿Qué mejor que una foto para compartir con quienes amas, pero están lejos de ti?
Así, puedes desde ya poner en práctica el capturar instancias que reflejen un sentido para ti, más allá de que todo se vea “bonito”. El esfuerzo que pones en sacar una imagen debe estar, primero, más allá de la técnica, sino en reflejar bien lo que quieres plasmar. En este sentido, puede ser mejor enfocarse en detalles que te acompañan para compartir, o en hacer click justo cuando las risas son las que ocupan el primer plano.
Sí: los detalles son clave
Un buen fotógrafo – profesional o amateur – debe ser también un gran observador. A veces nos emocionamos en fiestas, eventos o viajes sacando miles de fotos a la misma cosa. Pero cuando las revisas, sólo son algunas las que puedes guardar.
En este sentido hay dos cosas que puedes hacer. Primero, si sacas montones de fotos, siempre selecciona aquellas en las que logres identificar alguna diferencia, quizás algo anecdótico o significativo. Siempre tendrá más gracia y habrá una historia detrás.
Ahora, por otra parte, cuando te encuentras en el minuto sacando la fotografía, debes lograr agudizar tu ojo – y también tu instinto – para capturar una imagen diferente. Quizás habrá elementos técnicos que ir mejorando, pero para eso hay tiempo. Primero, intérnate en tu rol de fotógrafo y abre tus ojos y tu mente.
A veces, los detalles más sencillos son los que logran transmitir más.
No caigas en los mismos lugares comunes de siempre
En la vida, para todo hay clichés. Pero siempre es mejor evitarlos o hacer un cambio, en definitiva, lograr dar un giro más original a lo que queremos lograr. Hay técnicas o posturas, fondos que nunca fallan, como un buen atardecer. Eso es innegable.
El real reto está en lograr cambiar aunque sea una pizca de eso. Ponte a prueba, pierde el miedo e inténtalo. No tienen que ser grandes trucos o experimentos. Descubre tu propio ritmo y tu propio estilo, y ve integrándolo de a poco. ¡Con práctica y errores es que mejor se aprende!
Inténtalo hasta más no poder
O dicho de otra manera: presiona el botón hasta que te hartes. A veces, en especial cuando aún no tienes mucha experiencia con la fotografía, es bueno fotografiar la misma toma muchas veces, para ir tomando perspectiva y ver qué pequeños cambios son más favorables.
Además, cuando se trata de momentos espontáneos u otros, de repente el ángulo o instancia menos esperado es el que trae más frutos y sorpresas. Puedes usar el modo ráfaga que algunas cámaras o teléfonos móviles tienen, para después elegir la foto que mejor salió. Toma tiempo, pero para ser mejor, hay que dedicarse.
¿Te parecieron útiles estos consejos? ¡Ahora ponlos en práctica!
