Sillas para ser sentidas mejor que para sentarse

Nacho Carbonell Tree Chair

Este objeto ha causado miles de reacciones que mezclan interés y confusión llevando a los espectadores a hacerse preguntas como: ¿se trata de un mueble? ¿Es un objeto de arte? ¿Puede utilizarse en casa? ¿Puedo tocarlo?

Se trata de una silla en la que es complicado sentarse, pero es toda una pieza de arte que ejemplifica, casi a la perfección, la idiosincrasia de la obra de un artista que hace un tiempo decidió llevar hasta el límite la dualidad entre lo bello y lo útil, la contemplación y la acción, lo público y lo privado.

Algunas apreciaciones

Aunque la dualidad de esta obra de arte es cuestionable, no se puede negar que genera en el ser humano unas incontrolables ganas de explorarla, sentarse, tocarla y vivir la experiencia de reposar unos instantes sobre esta silla que pretendía ser árbol.

El asiento ideado por este artista nacido en 1980, puede tener múltiples respaldos y soportar gran variedad de cosas, su interés apunta a diseñar objetos que parezcan organismos vivos y que en cualquier momento lleguen a sorprender con su comportamiento.

Carbonell relata al respecto lo siguiente: “mis diseños son historias, cuentos que hablan de una situación, de un momento, de una técnica, de un proceso. Tiene que haber una comunicación real. Mis proyectos son elementos comunicativos que intentan entablar un diálogo con el usuario.”

Sobre el autor

Este artista Valenciano es, sin duda, uno de los más surrealista dentro de su ámbito. Muy arraigado en el presente inmediato, produce con calma cuidando cada detalle y explorando las características y las posibilidades más fantásticas de los materiales, se relaciona activamente con la naturaleza y piensa en las formas de convertir la idea en un objeto tangible.

Así es como podemos describir a este increíble artista y su visión al realizar sus creaciones, como lo es esta silla que realmente de silla no tiene nada y más que ser funcional o útil para implementarla en el hogar.

Es una obra de arte que no pretende más que sorprender y encantar a cualquiera que decida contemplarla.

Desde sus inicios experimenta con cerámica, madera y otros materiales relacionados al diseño industrial que con una pizca de su visión surrealista logran crear ejemplares tan fantásticos como el de la silla.

Carbonell toma del arte el concepto de expresarse por medio de alguna obra, algo que no es tan común en el diseño.

Con esto se sale de lo convencional y elimina cualquier etiqueta impuesta por la sociedad en relación con su trabajo y a lo que se dedica.

¿Qué se puede decir del hecho de que piezas que originalmente fueron creadas con intención pública hoy se hayan convertido en objetos de lujo?

Carbonell tiene un punto de vista muy bien posicionado al respecto: “hay que separar los objetos de las ideas, la idea de que todo el mundo puede conseguir el objeto que desee existe».

Ahora bien, si lo que quieres es una pieza icónica que representa un momento determinado de la historia, te puede salir costoso.

Compartir: